camino a casa (1956 - 3ª parte)



A falta de recuerdos precisos de aquel 1956, diré que puedo deducir de pequeños "flashes" de mi memoria y de partes de relatos de los viejos.

Ese año debe haber sido muy duro para ellos. De mucho esfuerzo y sacrificio (bueno, diría que fue casi siempre así) porque se entraba en la etapa definitiva de la construcción de la casa de Castelar y más o menos sabemos todos lo que significa edificar. Más aún si al mismo tiempo hay que sostener una familia de cuatro miembros y pagar un alquiler.
No puedo asegurarlo, pero creo que papá todavía trabajaba en el Banco de la Nación porque, según una credencial que encontré hace poco, él ingresó al I.A.P.I. el 5 de agosto de 1958 (era un organismo que había creado Perón, pero no recuerdo el significado de las siglas. Ya lo voy a averiguar).
Mamá estaba recibida de docente, paro no se dedicaría a la educación hasta varios años después.Por ésta época creo que pintaba cuadros para vender. Por lo general eran flores o paisajes. Estaban hechos al óleo y lo hacía muy bien. Tuvo que estudiar para maestra porque el abuelo no la dejó estudiar Bellas Artes, que es lo que ella siempre quiso. Prejuicios de la época y, además, el hecho de que para estudiar tenía que ir a Rosario, que está a unos 50 kms de Casilda, donde vivió hasta que se casó.
Pintaba desde cuadros chiquitos que normalmente se ponían de a dos o tres juntos en una pared, hasta otros de dimensiones más importantes. La pintura de mamá y variadas formas de trabajos manuales y artesanales fue siempre muy importante en la economía familiar, especialmente cuando en la época del gobierno militar (dictadura, bah...) de Onganía, papá se quedó sin empleo.

Uno de los mayores inconvenientes creo que fue el asunto de la supervisión y seguimiento de los trabajos en Castelar. Se complicaba porque no podían ir todos los días. Creo que iban los fines de semana. La distancia es grande de Burzaco a Castelar y era, sin dudas, más problemático que actualmente movilizarse desde el sur del Gran Buenos Aires hasta el oeste. Calculo que deben ser unos 35 kms, con transporte menos abundante que el de hoy y sin autopista ni nada. Seguramente no existía un camino más o menos directo entre un punto y otro. Es posible que tuvieran que atravesar toda la Capital Federal.
El hecho de no poder ir a diario a ver cómo se desarrollaba el trabajo en la casa nueva hizo que el constructor se sintiera demasiado libre, demasiado a sus anchas. Según contaban los viejos encontraron materiales que se había comprado para la casa, en un edificio que se construía a la par en la vereda de enfrente.
Lo cierto es que una vez instalados en la nueva casa empezaron a aparecer los proveedores de materiales de obra y plomeros, electricistas, etc. queriendo cobrar supuestas deudas. No eran supuestas, sino que eran bien reales. El constructor le vendía a otros las cosas y se quedaba con el dinero, por supuesto.
Consecuencia: la casa costó mucho màs de lo calculado.
Reitero que no imagino el esfuerzo que los viejos habrán tenido que hacer, pero el resultado fue maravilloso. Esa casa fue un hito fundamental en la familia. Por lo que significó y por lo que dejó grabado en cada uno de nosotros.

veranos eran los de antes (1956 - 2ª parte)

Tengo la imágen (real o deformada) de la casa recostada sobre el lado derecho (viéndola desde la entrada), con todo el resto del gran terreno libre de construcción. Salvo un pequeño y vetusto galponcito sobre el alambrado del fondo. Creo recordar que una vez se armó gran revuelo porque aparecieron ratas y hubo que hacer una fumigación a conciencia (me parece que fue el viejo que hizo el trabajo, pero no sé cómo ni con qué). Como ya había dicho, había muchos árboles, especialmente frutales. Y si no me equivoco, la entrada a la casa desde la calle era una pequeña puerta de alambre tejido con un pasador de hierro y sostenida por dos pilares.

Varias veces los viejos contaron sobre un día de verano exasperantemente caluroso (pudo haber sido el verano del 56... o el último que pasamos en Burzaco: el del 57. No lo sé). Decían algo así como que hicieron 43 o 44º C. Demostrando que la imprevisión argentina no surgió mágicamente de la nada, el calor provocó la interrupción de la electricidad. Supongo que se habrán reclaentado los generadores, los transformadores o algo así. En esa época no sé si existía en el país algún tipo de equipo de aire acondicionado. Creo que tal vez podrían tenerlos la gente muy rica o los edificios de oficinas de más nivel, así que no viene por el exceso de consumo de energía el asunto del apagón de aquel día. Al cortarse la luz, también comenzaron los problemas con el agua, así que imagino que el calor se hacía sentir mucho más todavía. Por suerte hasta es entonces nadie había tenido la genial idea de la "sensación térmica", ni repetían hasta el hartazgo la temperatura por la radio, martirizando todavía más a la gente (creo que eso es un invento màs moderno que sirve para llenar muchos huecos que no ocupan con algo más inteligente. Es una parte del "show meteorológico" que devora un gran porcentaje de cualquier programa radial o noticios televisivo de estos días).
Héctor contaba antes que no había motor bombeador de agua en la casa de Burzaco. Es muy probable. Tal vez sea yo el que nuevamente confunde fechas y lugares y esto haya sucedido en realidad en Castelar, aunque en ese caso supongo que tendría algún registro propio de memoria. La cuestión es que a la tarde o noche volvió la electricidad y comenzó de a poco a normalizarse la provisión de agua. La anécdota es que cuando el tanque de agua ya estaba lleno, comenzó a rebalzar y en vez de parar el motor, dejaron que siguiera bombeando y todos nos sentamos contra la pared del patio para que nos cayera el agüita como una especie de lluvia. Supongo que con semejante calor, esa sensación habrá sido un viaje directo al paraíso.

haciendo mis ejercicios (1956 - 1ª parte)

De a poquito se empezaba a llenar el bolsillo de mi mochila.
Este sería el último año completo que pasaríamos en la casa de Burzaco y yo ya estaba con 3 años de edad. Como monótonamente sucede año tras año, llegó mi tercer 24 de enero.

Es probable que aquella historia de la carrera que terminó abruptamente en el pilarcito de una casa, haya sido durante éste 1956 y no un año antes. Pero, bueno... eso es lo de menos. Ahora sirve para replantearme y, digamos, reprocharme cierta actitud mía.
Lo poco que puedo decir de esta etapa "burzaqueña" proviene casi todo de los relatos que hicieron mis viejos, más lo que Héctor recuerda. Me reprocho no haber prestado más atención a lo que me iban contando o, mejor dicho, no hacer un esfuerzo mayor por retenerlos en la memoria. Son esas historias que uno escucha sin escuchar del todo. Supongo que porque solemos estar demasiado ocupados planeando o imaginando la recepción que el fabuloso futuro nos está preparando y esas historias parecen demasiado lejanas como para que nos aporten algo de valor real. Algo concreto y duro, como diría algún español.
Ahora, cuando inevitablemente llega el tiempo de mirar un poco hacia atrás para relanzarnos al intento de vivir sabiendo qué somos y de dónde venimos, nos damos (me doy) cuenta de que esos sencillos detalles hoy parecen importantes. Pero todo está metido en una especie de nebulosa muy densa, y si bien sé que todos esos recuerdos sobreviven en algùn oscuro rincón de mi cabeza, no los puedo ver tan fácilmente.
Creo que inconcientemente creé éste blog como un pretexto para forzar mi memoria, para obligarme a recordar los detalles perdidos. Y hacia allí intento ir.
Todo esto puede parecer poco más que palabrerío sin demasiado sentido, bastante innecesario. Pero es algo que me da vueltas desde hace un tiempo y es bueno decirlo en los comienzos de mis relatos. Es una especie de ejercicio no sólo para mi memoria, lo es también para mi sensibilidad.

¿"La vie en rose"? Yo la ví roja - 2ª parte (1954)

Un pequeño agregado al asunto de la "carrera con los ojos cerrados".

Héctor me dice que para él fue un hecho terrible y que llegó a sentirse como un "criminal". Por supuesto que en la cabeza de un chico cosas como éstas donde, a pesar de no ser algo de extrema gravedad, sí corre mucha sangre (la ceja, ya se sabe, es un lugar que cuando se lastima es de difícil cicatrización y por donde pasan muchas pequeñas venitas), producen bastante conmoción .

Me cuenta Héctor lo que sucedió con él mientras me atendían. Parece que estábamos solos con la abuela (no me aclara cual de las abuelas, pero supongo que con la abuela Rosa, que es la que pasaba más tiempo con nosotros) y ella le hizo ciertas acusaciones que provocaron que todavía le quede algún resabio de ese sentimiento de verse a sí mismo como una especie de "criminal".
Después de recibir las recriminaciones de la abuela, Héctor se fue muy angustiado a lo que él consideraba como una especie de refugio: el fondo del terreno, junto al alambrado que separaba nuestra casa de la del fondo. Allí se quedó hasta la llegada de mamá (o de mamá y papá, él no recuerda y yo tampoco... sólo me acuerdo de haberla visto llegar a mamá).
Es cierto lo que me cuenta: en la carrera, él iba del lado de la calle y yo paralelo (parece que no tanto... ja) a la línea de las casas. Por eso, al ir con los ojos cerrados debo haber perdido la línea recta y me fui contra ese pilar que me abrió la ceja.

En fin. Cosas de chicos diríamos todos ahora, ¿no?
Lo cierto es que le dolió más a él que lo que puedo recordar haya sentido yo. Lo mío fue un asunto (traumático, claro) del momento... pero en un chico que siente y le hacen sentir que cometió un acto "criminal" contra su propio hermano, puede llegar a cargar con esa culpa o sensación por mucho tiempo. Incluso puede que eso influya en muchas otras cuestiones sin que el propio afectado se dé cuenta...

Listo, asunto terminado... Sólo me resta aclarar para los que no nos conocen que, por supuesto, saqué esta cuestión sólo porque es uno de los pocos recuerdos que me quedan de esos primeros años míos, no porque guardara algún resentimiento...

Ahora sí... todos en paz

fotos (y video) de época (1954 - 1955)





"MacCarthismo, una tragedia americana" es el título de éste video que pongo aquí sólo para ilustrar sobre éste personaje siniestro. No sólo para los "americanos" (los del norte) sino para la Humanidad... Paranoicos como éste son sumamente peligrosos. Entre 1954 y 1955 extiende sus denuncias contra presuntos comunistas a políticos de prestigio, incluso al propio presidente Eisenhower... que, sin embargo, no lo destituyó.

¿"La vie en rose"? Yo la ví roja (1954)

Todo estaba puesto sobre éste planeta para que yo lo descubriera, lo palpara y hasta lo saboreara. Con los primeros pasos (como hace cualquier pibe de un año y monedas) intentaba llegar a todo lo que mis ojos alcanzaran a divisar. Claro que, si bien todo era de gran valor e importancia para mi, lo más relevante de esos tiempos lo iría descubriendo mucho después. No precisamente... o no solamente las cuestiones familiares (que de 1954, justamente, no tengo ningún dato concreto), sino de lo que el mundo iba pariendo día a día por esos momentos.

Una de las lindas sorpresas que me depararía muchos años después, fue descubrir a una mujer muy menuda y de una vida tan problemática como fecunda: Edith Piaf. Su vida no era color de rosa, pero sin embargo y a pesar de estar a muchísimos kilómetros de Burzaco, con su gran sensibilidad fue capaz de atravesar el mar y el tiempo para que yo pudiera disfrutarla.

En otro país, bastante más grande y más lejos aún que Francia y en conflicto creciente con lo que se llamó "el mundo libre" o sandeces por el estilo, también se creaba. En la antigua U.R.S.S. (stalinista todavía por esos días) se hacían, entre otras cosas, películas de animación de muy buena calidad. También se sufría el régimen instaurado por Stalin, es verdad. Pero bueno, según me fui enterando con el paso de los años, no mucho mejor estaba el resto del mundo "occidental y cristiano" bajo el dominio del otro polo: EEUU.

En otra punta del planeta (Egipto) aparecía un tal Gamal Abdel Nasser que asumía el poder y se declaraba a Egipto como República. Siempre recuerdo una partecita de un libro de Dalmiro Saenz: "Yo también fui un espermatozoide". Alguien supuestamente le contaba a otro que era impresionante el fervor que los egipcios tenían por la vida. Decía haber visto multitudinarias manifestaciones por todas las ciudades que marchaban al grito de "la vida por Nasser". Un chiste tonto, visto ahora... pero que me quedó grabado quién sabe por qué razón. Tal vez por lo simple e "indirectamente directo", diría.

En EEUU nacía un nuevo personaje de dibujos animados que haría historia: Bugs Bunny.

En Italia, Fellini dirigía a Anthony Quinn en la famosísima "La strada".

Volviendo a lo mío, hay un recuerdo que me quedó de esos tiempos en Burzaco. No sé en qué año fue. Tal vez ya tendría 3 o 4 años. Es decir, en el '56 o '57. De todas maneras, no es lo más importante, por eso prefiero contarlo ahora para no olvidarme. Además, tal vez Héctor me pueda dar una mano ya que él fue protagonista, también. De lo único que me acuerdo a la perfección es que estaba acostado en una especie de sillón y que a su lado había una puerta. Yo estaba rodeado de personas y mamá entró por esa misma puerta. Alcé la mirada para verla y ella, y todo lo demás, se había teñido de rojo. Ese es mi recuerdo: la imágen coloreada por la sangre que me salía de arriba de mi ceja derecha.
La historia que familiarmente me llegó fue que estábamos Héctor y yo jugando en la vereda. Al parecer, él propuso correr una carrera con los ojos cerrados. Y bueno, no sé él... pero yo sí los cerré y empecé a correr, hasta que me paró la punta de un pilarcito que se me cruzó por el camino. No sé si fue exactamente así, pero la cicatriz me dice que algo me pasó. Eso es seguro.

fotos de familia - documento electoral del abuelo Pedro



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fotos de época - espectáculos y publicidad (1953)

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fotos de época - deporte (1953)

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fotos de época - automóviles (1955)

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año 1955: lo que imagino recordar (3)

Mientras yo me dedicaba a crecer y a tratar de caminar más seguro, a investigar cada rincón de la casa y de todo en general... en el país también intentaba dar sus primeros pasos la televisión, pero en el orden político, el ambiente estaba caldeado (como siguió estándolo todo el resto del siglo XX). Perón (desde hacía unos 3 años, sin Evita) estaba siendo jaqueado por la oligarquía (que, en realidad, no creo que haya perdido demasiados privilegios durante su período... pero como pasó con Menem en los finales de los '90s, ya no era "políticamente correcto" y había que cambiar la imagen del gobierno). Se preparaba el golpe que, después de algún intento previo, se produjo el 16 de septiembre, de éste 1955, claro. Los militares bombardearon la Plaza de Mayo (bestialidad que nadie había hecho nunca antes) que estaba muy concurrida de gente produciendo una gran cantidad de muertes (si no me equivoco, alrededor de 350). Perón pudo escapar y finalmente pidió asilo en el Paraguay, donde ya estaba como presidente Stroessner, que se mantuvo en el poder durante alrededor de 40 años. Perón terminó radicándose en la España de Francisco Franco. En el país, mientras tanto, comenzaba la clásica persecución de opositores a la dictadura y hasta fusilamientos.
Mientras tanto en el mundo sucedían cosas muy diversas y estaba distraído en su cotidianeidad de frivolidad, conflictos y demás yerbas. Como siempre, bah...
La industria del "primer mundo"seguía produciendo, había cantantes, conjuntos, músicos y canciones que perdurarían por bastantes años y el deporte aportaba lo suyo para la distracción (en varios sentidos) de la gente.
Más o menos así, y en medio de todo éste "menjunge" pasó el año y yo ya estaba por cumplir los 3 años unos días más adelante.

fotos de época - billetes y moneda (1954)


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fotos de época - cine (1954)

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fotos de época - deporte (1954)


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año 1955: lo que imagino recordar (2)

Siempre es bueno tener un hermano. Y un hermano mayor, mejor... Héctor me mandó por correo algunos datos que contradicen mis suposiciones respecto a la casa de Burzaco.

Qué mejor que copiar textualmente el relato de mi hermano sobre el asunto. Después de todo, él fue un testigo más calificado que yo sobre ese momento de la familia.
Aquí va...


...la “tecnología “que se usaba en casa en épocas de Burzaco, para cocinar y calefón para bañarse, era de lo mas arcaica, por no decir pobre. Es decir, la cocina era de kerosene, cosa que detestaba mamá, máxime porque un día ,a causa de un derrame de este combustible, se prendió fuego , y estuvo a punto de incendiar todo. (de esto me acordaba que lo contaron varias veces... pero no estaba seguro en qué año había sido. Si fue antes o después de nacer yo.)

El calefón era un pobrísimo artefacto al que había que ponerle alcohol, prender ese fueguito, y eso iba calentando el agua que pasaba por una espiral.

La heladera, en los primeros tiempos, era una simple caja con alguna protección térmica, a la que había que agregarle el hielo que se compraba a un señor que pasaba en un carro tirado por caballo cada tantos días, y que era el “hielero”,o como en Titanes en el Ring, “el hombre de la barra de hielo” (es un misterio nacional…).

No fue hasta casi finales de nuestra estadía en aquella casa en que apareció la heladera eléctrica, que creo que es la que tenés aun con vos… (es cierto, aunque hace un tiempo que no la uso, pero funciona perfectamente después de 50 años...)

Y para completar el panorama, el agua se subía al tanque con una bomba manual, había que bombear un rato hasta más o menos llenar el tanque. (ahora me acuerdo... sí...!!!)

La casa era más o menos cuadrada, y tenia techo de chapa ondulada, metálica.

Y la argamasa que se usó para unir los ladrillos que la componían, creo que era adobe. En todo caso era bien blanda, porque vos desde tu cunita que estaba cerca de la pared en la habitación de los viejos, le fuiste haciendo poco a poco un agujero, que fue descubierto un día con sorpresa por los viejos, cuando ya se veía el exterior. (ja...!! me había olvidado de ésta anécdota... lo hice con un dedo.)

En fin.

El terreno era gigantesco, o al menos a mi me parecía, pero la casa y la situación, era bastante humilde.
Otra cosa que quiero corregir es el asunto de la "planificación" o de los primeros intentos por ir preparando todo para la construcción de la casa propia familiar. Anoche, revolviendo los papeles que los viejos meticulosamente guardaban, encontré un recibo de pago (no sé si de la totalidad... puede que sí con el dinero del crédito del banco) por el terreno de Castelar, de av. Sarmiento entre Monte (que hace un tiempo pasé y ví que le cambiaron el nombre) y Lobos.

Acá dejo la "prueba" y más tarde cuento algo acerca del acontecimiento del año (histórico, en realidad) en materia política y social... que también será una visión superficial porque ni me dí cuenta que algo pasaba en esos momentos. Sí Héctor, que algo pudo percibir y le quedó cierta memoria.
Bueno, ésta es la prueba de que en el '55 ya empezaba a concretarse la nueva casa... la que fue fundamental para todos y cada uno de nosotros.




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una fórmula...

Hoy escuchaba una canción en la radio. Ni sé, realmente, quién era la cantante ni cómo se llamaba el tema. Pero tenía una frase que me hizo pensar en algo que siempre me molestó de varias mujeres con las que tuve alguna historia. Decía la canción algo así como que pedía perdón por haber pedido que le dijera si la quería.
Eso es lo que, sistemáticamente me pasó a mi. Siempre me pedían eso, y a mi me molestaba sobremanera, porque solía ser algo demasiado habitual. Sólo hubo una mujer que jamás me lo pidió, y fue a la que amé como nunca creí que podría hacerlo. Sin condiciones. Y creo que no es casual que ella haya sido la única que no me pidió que le recofirmara una y otra vez que la quería (o también, que la amaba... como prefería Adriana, mi ex...). Ella leía mis sentimientos a la perfección, porque mi actitud y mi gestualidad eran claras.

A veces uno mismo no está realmente seguro de qué es lo que siente por la otra persona. Tal vez sea una buena fórmula ésta: si nos empìezan a pedir/exigir que les digamos si las queremos/amamos... debemos analizar si no estamos con la persona equivocada, con alguien que no cubre nuestras expectativas sentimentales. Alguien con quien no llegaremos a mucho y que, finalmente nos hará poco felices... y nosotros a ella.

No sé si descubrí algo novedoso. Al menos a mi "me cayó la ficha" recién ahora...

ser lo que se es, pero con dignidad, viejo...

Declarando desde el principio que todos, absolutamente todos tenemos los mismísimos derechos (esto para evitar que salte alguien que se sienta discriminado)... ¿no se está haciendo algo denso que los homosexuales (gays y lesbianas) declamen a cada paso que sí lo son? Me resulta algo así como prepotente. Similar al machismo, pero de signo contrario. Por ejemplo, la ya famosa "marcha por el orgullo gay-lésbico", más que una manifestación para reclamar y reivindicar sus legítimos derechos, parece una zona roja itinerante.
Un ejemplo mediátco (aunque no tan grotesco) es el de Fernando Peña, el actor y locutor que no pierde oportunidad para resaltar su homosexualidad como si fuera un mérito que lo distingue sobre "el vulgo". Se me hace que asumieron tanto su condición, que hasta sienten que son de una casta superior. Algo así como que son ellos los que ahora discriminan al resto. También pasa con otros grupos que de discriminados pasaron a discriminadores: los negros y judíos, por ser breves.

Nueva aclaración: me importa tres cuernos que sean negros (porque eso son. No son "de color", son negros) o judíos (y lo digo con total naturalidad, porque pareciera que un "no judío" no puede llamarlos "judíos", porque suena a discriminatorio... no?)

Soy conciente de que al decir todo esto corro el riesgo de parecer pacato... o antediluviano. Pero bueno, es lo que me molesta.

Algo semejante sucede con las minitas que, sin tener una sola neurona que les funcione medianamente bien y que quieren hacerse famosas a cualquier precio (teniendo un buen cuerpo, desde ya...) andan diciendo al periodista (?) que se les cruce por delante que tuvieron centenares de amantes, que también tuvieron sexo con varios hombres o con hombres y mujeres, etc, etc, etc... Parece que cuanto más putas se muestren, más puntos de raiting creen conseguir. Claro, siguen el ejemplo de algunas que les fue bien hasta ahora: Luciana Salazar, sin ir más lejos... a la que le escuché decir varias de estas estupideces antes que a las que me refería recién.

En fin... lo cierto es que de alguna manera me viene bien. Cada día veo menos televisión (claro, no sólo por estos temas... Hay demasiados motivos para reciclar la tele en un bonito macetero para potus, por ejemplo.)

año 1955: lo que imagino recordar (1)

Sin dudas que de la muy temprana infancia sólo puede haber sensaciones, más que recuerdos. O asociación de relatos de la familia que uno incorpora como parte de su memoria. Y para mi, los primeros registros de memoria real recién aparecen, y muy limitadamente, a partir de los 4 años, más o menos.
Y llegó el '55. Sin siquiera sospecharlo me acercaba a mi segundo cumpleaños. De forma muy confusa me llega alguna idea de la casa, la de Burzaco. No de su interior, de lo que no tengo el más mínimo grano de memoria. Sí, en cambio, del terreno y de la casa, pero de la parte exterior.
Creo ver un terreno muy amplio, cubierto de césped y lleno de árboles frutales donde mi hermano y algún amigo suyo solían trepar y arrancar frutas. Me parece verme al pie de uno de esos árboles, mirando hacia arriba esperando a que ellos me tiraran una fruta. Y si no estoy muy errado, la casa estaba más bien retirada hacia el fondo y al frente, como límite con la vereda, una ligustrina bastante alta.
La casa era blanca y de forma extremadamente regular. Diría que su superficie era un cuadrado, lo que vista en tres dimensiones le daba el aspecto de un cubo.
No sé por qué se me hace que debería ser bastante sencilla, humilde.


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Si no estoy equivocado, Héctor está jugando en el patio de esa casa (antes de que yo naciera. Según dice en el reverso de la foto, tiene 3 años)


Hasta la nueva casa de Castelar (un par de años más tarde) había llegado una estufa de color marrón con cuatro velas y que funcionaba a querosén. Esto me sugiere que en Burzaco no teníamos gas natural y que la cocina y el calefón seguramente funcionaban con gas envasado. Ese que traían unos repartidores en grandes garrafas de (creo) 50 kg. Los colocaban en un gabinete ubicado afuera de la casa y se llevaban las garrafas vacías.

Supongo que fue en éste año que ya empezaban a caminar de manera más firme hacia la concreción de la casa propia. El tío Hugo (el hermano de mi vieja que era arquitecto o estaba por recibirse, no lo sé) hizo un croquis, un plano algo casero como para ir planificando la construcción de la futura casa. Por lo que se ve en el viejo papel ya bastante deteriorado, la casa se construyó casi igual a ese dibujo. Hubo unos pocos cambios, en realidad.





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También es muy posible que para estos tiempos estuvieran gestionando el crédito al Banco de la Provincia de Buenos Aires para comprar el terreno. En esos años los préstamos para viviendas eran a larguísimo plazo (los viejos lo sacaron a 50 años...!!). Al final llegó un momento en que ya les daba vergüenza lo que pagaban por mes, así que directamente cancelaron como 10 años juntos de una sola vez. Debe haber sido por el año 1970, o algo así.
Pero ésta es otra historia que ya llegará.

confirmado: el mundo nació el 24 de enero de 1953

Siempre estuve convencido de que el mundo y yo nacimos juntos un caluroso día de enero. Tiempo después me dijeron que el planeta ya tenía varios miles de milloncitos de años sobre el lomo. No sé, siempre lo puse en duda. Después de todo yo recién tuve noticias de él a las 13:05 del 24 enero de 1953, en el Instituto de Obstetricia de la calle Cangallo al 2500 (hoy Pte.Perón), en el barrio de Once (abreviando, porque en realidad es Once de Septiembre). Por lo tanto, estoy seguro de que no puede tener más de 54 años, tirando ya para los 55.

Al mismo tiempo nacieron mis viejos y mi hermano. Según constaba en algunos papeles, mi viejo, Héctor, tenía 31 años; mi mamá, Hélida (sí, con "h" porque el que la anotó a ella en el Registro Civil era un poco ignorante...), 30 años y mi hermano, también Héctor, ya era un tipo con bastante influencia en la familia porque hablaba, caminaba e iba sólo al baño.

No sé cuántos días nos quedamos mi vieja y yo en la maternidad, pero después fuimos a vivir a la casa que la familia alquilaba en Burzaco, una localidad del sur del Gran Buenos Aires.

La primera impresión que recibí del otro recién llegado (o sea, el susodicho mundo), no fue del todo agradable. No sé si el obstetra que me recibió (o la partera, no recuerdo bien) tenía todavía esa infame costumbre de cachetearle el trasero a los bebés para que sientan desde el primer instante lo ingrato que puede ser la vida si uno intenta modificar en alguito el statu quo imperante.

Después de eso, durante unos meses no pasó nada demasiado relevante en mi vida, sólo que tenía la idea fija de la teta de mi vieja (cuando no estaba durmiendo, obvio). Admito que era algo ignorante, aunque no recuerdo que nadie me informara de las cosas buenas que sucedían por ese entonces. Tal vez sea porque todavía no había llegado la televisión a nuestra casa y los dibujitos animados sólo se podían ver en el cine (y generalmente no en Burzaco, sino en el centro... en Buenos Aires). Tiempo más tarde me enteré de que existían esas animaciones tan excitantes como, por ejemplo el oso Barney y hasta muchos otros dibujos, menos conocidos, pero que también tenían lo suyo. Menos podía yo saber que existía alguien llamado Rocky Marciano , que según parece era muy conocido y que se deleitaba (si lo dejaba el tipo que tenía enfrente) en llenarle la cara de bollos a quien fuera. Y encima, le pagaban...!!! También había cierta señorita que bien al norte hacía las delicias de los caballeros de todas partes, una tal Marilyn, Por estas latitudes, un tal Juan Domingo Perón (al que muchos odiaban, pero muchos más amaban - según me contaron después) parece que estaba muy peleado con los curas (esos que creen que todo lo bueno de la vida "es ilegal, inmoral o engorda" como varios años despuès dijera en una canción el brasilero Roberto Carlos)

Poco a poco fui aprendiendo a reconocer mi cuerpo, a mover coordinadamente manos y brazos y a distinguir por sus voces y caras a toda la familia (y hasta a algunas vecinas que tenían la maldita manía de pellizcarme los cachetes cada vez que pasaban por casa). Para noviembre o diciembre de ese año supongo que ya estaba preparándome para dar mis primeros pasos al ritmo de alguno que otro sonido gutural que ni yo mismo entendía.

Pero bueno, debo admitir que seguía siendo bastante estúpido y lento. Por más que me lo dijeron montones de personas ese mes de diciembre del '53... no me importaba tres pepinos que en unos días llegara de visitas un tal Papá Noel. Para mí, papá había uno sólo. El otro que se fuera a joder a otra parte. Claro, cuando el 25 de diciembre me desperté con algunas cositas divertidas y nuevas para jugar... empecé a mirarlo con más cariño al tal don Papá Noel.