Fiesta de egresados del secundario (Ramos Mejía)


Encontré esta foto que me hace retroceder un poco respecto al viaje a Tucumán con mi "futura ex" Adriana.

Es una de las pocos imágenes que tengo de la fiesta de egresados del colegio secundario. Mi hermano Héctor había ido para tomar algunas fotos y quedaron unas pocas que no pasaron de las primeras muestras. No me preocupa demasiado porque en realidad no fue la fiesta con mis compañeros de todo el secundario. Es que cuando estaba en 4º año del Nacional de Morón, en plena dictadura de Onganía, hubo un incidente (que en otro momento les contaré con más detalle) por el que quedé libre por faltas y tuve que cambiar de colegio.

Finalmente me recibí en el colegio Belgrano, de Ramos Mejía. Pero fue menos de un año que estuve con esos compañeros, por lo que no recuerdo siquiera el nombre de uno sólo de ellos, salvo el de una chica que me gustaba bastante y que se llamaba Miriam...

La fiesta se hizo en uno de los boliches que por esos años hicieron famoso a Ramos Mejía entre la juventud. Era "El Galeón", si no me equivoco... Estaba sobre la avenida Rivadavia, a un par de cuadras de la estación de tren.

En la foto, marcado con una flecha... estoy yo. Reconozco a todos los que aparecen allí, pero de nombres... nada.

Era fin de 1971... Diciembre, posiblemente...

De novio y mochilero en Tucumán...

Como dije en alguna otra parte, voy a romper con la manera cronológica en que comencé a escribir el blog. Creo que es la forma de poder escribir con más frescura la historia a medida que llegan los recuerdos o que me encuentro con alguna foto, por ejemplo... como en éste caso.

Ahora me sitúo en el mes de julio del año 1973. Yo tenía 20 años de edad y hacía muy pocos meses que conocía a Adriana, con la que me casaría un par de años más tarde.
A ella la conocí en el cumpleaños de un amigo en común. En realidad, Daniel Pereyra (de él se trata) había sido compañero mío en el Nacional de Morón en tercer y cuarto año... También en el equipo de la 4ª división de Los Matreros, el club de rugby que está sobre la av. Sarmiento, a tres cuadras de mi casa...

Yo le había comentado a Adriana que el año anterior había estado en Tucumán con Daniel, como mochileros. No sé bien cómo se fue dando la cosa, pero lo cierto es que terminamos planeando hacer el mismo viaje, pero nosotros dos...
Los padres de ella acababan de separarse y, lejos de lo que yo me había imaginado, no se opusieron a que hiciéramos el viaje a pesar del poco tiempo que teníamos de conocernos y que yo sólo había ido unas pocas veces a su casa.
Pero no sólo que dejaron venir a Adriana, sino que (y otra vez no recuerdo por qué motivo fue...), también íbamos a hacer el viaje con Andrea, la hermana menor de Adriana, que sólo tenía 6 años y que cumpliría los 7 a los pocos días de nuestro regreso. Realmente, una locura total. Tanto de nuestra parte, como de los padres...
Pero en fin... así fue la cosa, y así hicimos el viaje.




Fuimos en tren hasta la ciudad de San Miguel de Tucumán. Hubo una demora de dos horas y terminamos llegando de noche. Creo que a eso de las 8 o 9 de la noche.

Llevábamos en las mochilas, toneladas de latas de comida...!!! Más la carpa, además de la ropa.

Las latas con todo tipo de cosas, fue una idea de Adriana. No me hacía mucha gracia, pero finalmente nos vino muy bien a causa del mal tiempo que tuvimos la mayor parte de nuestra estancia allí y muchas veces ni siquiera podíamos salir de la carpa, o hacía tanto frío que no teníamos ganas de andar de compras.

La mochila más grande, con casi todas las latas más la carpa, la llevaba yo... De la estación de tren al parque 9 de julio llegamos medio muertos de cansancio, de sueño y de hambre...

Lo mejor de todos era que llegamos la noche anterior a que comenzaran las vacaciones escolares, así que el camping (que se inauguraba justamente ese mismo año) estaba prácticamente vacío.
Nos arrimamos al fogón que tenían encendido los muchachos que trabajaban de cuidadores allí y sin mirar absolutamente nada, armé la carpa como pude y lo más rápido que pude.
Hacía frío, todo lo contrario del año anterior... Y estuvo frío y lluvioso durante los 15 días que estuvimos allí. Tanto que no pudimos hacer ninguna excursión. Si no llovía, nevaba en la zona de montaña...
Apenas terminé de armar la carpa, Adriana sirvió unas sopas crema bien calientes. Medio dormidos las tomamos e inmediatamente nos fuimos a dormir.



A la mañana nos despertaron unos ruidos y voces. Nos asomamos por la ventanita de la carpa y nos encontramos rodeados por multitud de gente, carpas y casas rodantes...

Habían llegado durante la noche en bandada.

Cuando salimos de la carpa para desayunar, teníamos los tirantes de otras dos carpas que se entrecruzaban con los de la nuestra.

De todas maneras, tuve que desarmar la carpa y volver a armarla, porque con el cansancio que tenía, había quedado toda torcida...

Enseguida nos hicimos amigos de los cuidadores del camping y poco a poco fuimos acomodando todo y planeando las primeras actividades en la ciudad...





Esta última foto es una vista desde nuestra carpa en la primera mañana en el camping.
El movimiento de gente, autos, carpas y casas rodantes fue muy grande y repentino durante la noche...
La casa rodante que se alcanza a ver aquí, era del ex jugador de Boca Juniors y de la selección argentina: Ubaldo Rattin..

Cuando las palabras ya no sirven, sonreímos por dentro...


Hoy es un día que a medida que pasan los años, se hace más importante...

Es uno de esos días que hacen que tengamos un pensamiento más allá de lo concreto y tangible; de lo cotidiano y rutinario. Los recuerdos aparecen sin esfuerzo y uno se queda sin palabras.
Sólo siente... y sonríe.

Héctor y yo hoy te tuvimos cerca, a pesar del tiempo y de esas distancias que nosotros aún no comprendemos...

86 años, má...

Feliz cumpleaños...!!!

Sabemos que el beso que te damos, lo estás recibiendo con ternura.

Dr. Lisandro de la Torre, un amigo del abuelo Ernesto...


En casa se mencionó varias veces la amistad de mi abuelo Ernesto (Berlusconi) con el Dr. Lisandro de la Torre... el senador que enfrentó a los frigoríficos británicos y al gobierno de Agustín P. Justo. Fue un episodio más de corrupción y entrega a los capitales extranjeros que de la Torre denunció y combatió prácticamente en soledad. Como todos sabemos, inclusive se atentó contra su vida en el mismísimo Senado de la Nación. Su compañero y amigo, Enzo Bordabehere cubrió con su cuerpo a Lisandro de la Torre y recibió el disparo del asesino Ramón Valdez Cora, un matón contratado para matarlo.

Más abajo les dejo un fragmento de su biografía que tomé de la página del historiador Felipe Pigna. Es la parte en que se refiere a éste período y a estos hechos... y es, justamente, de los tiempos de la foto que ven.
En el álbum familiar sólo aparece el nombre de él escrito por mi vieja, pero no tiene la fecha. Pero a juzgar por el aspecto que tiene de la Torre y por las fotos que están antes y después de ésta (que sí tienen el año), correspondería a 1934 / 1935.

(...) Se creó el Banco Central de la República Argentina con funciones tan importantes como la emisión monetaria y la regulación de la tasa de interés, en cuyo directorio había una importante presencia de funcionarios ingleses. Finalmente, se le otorgó el monopolio de los transportes de la Capital a una corporación inglesa.
De la Torre denunció el acuerdo en el Senado por escandaloso y promovió el debate.
"El gobierno inglés le dice al gobierno argentino ‘no le permito que fomente la organización de compañías que le hagan competencia a los frigoríficos extranjeros’. En esas condiciones no podría decirse que la Argentina se haya convertido en un dominio británico, porque Inglaterra no se toma la libertad de imponer a los dominios británicos semejantes humillaciones. Los dominios británicos tienen cada uno su cuota de importación de carnes y la administran ellos. La Argentina es la que no podrá administrar su cuota. No sé si después de esto podremos seguir diciendo: "al gran pueblo argentino, salud":
Dos años más tarde, en mayo de 1935, acusó por fraude y evasión impositiva al frigorífico Anglo. Aportó pruebas que comprometían directamente a dos ministros de Justo: Pinedo, ministro de Economía, y Dahau, ministro de Hacienda.
De la Torre probó cómo se ocultaba información contable en cajas selladas por el Ministerio de Hacienda y demostró hasta dónde llegaba la impunidad de los frigoríficos ingleses tras la firma del pacto Roca-Runciman. Las entradas para el debate se agotaban y la gente hacía largas colas para escuchar y alentar a Lisandro.
Las denuncias hicieron evidentes las conexiones del gobierno con otros negociados. El nivel de las discusiones en el senado fue subiendo de tono hasta que se decidió hacer callar a De la Torre. Un matón del Partido Conservador, el ex comisario Ramón Valdez Cora, atentó contra la vida del senador y mató a su amigo y compañero de bancada Enzo Bordabehere. Se dio por terminado el debate.
Pero el ataque a De la Torre no había terminado. El gobierno de Justo decretó la intervención a la provincia de Santa Fe, derrocando al gobierno demócrata progresista de Luciano Molinas. De la Torre se muestró abatido y confesó su voluntad de abandonar la política. Una de sus últimas intervenciones en el Senado tuvo lugar en ocasión del debate del proyecto de Ley sobre represión del comunismo. Dirá entonces: "El peligro comunista es un pretexto, es el ropaje con que se visten los que saben que no pueden contar con las fuerzas populares para conservar el gobierno y se agarran del anticomunismo como una tabla de salvación. Bajo esa bandera se pueden cometer toda clase de excesos y quedarse con el gobierno sin votos. Yo soy un afiliado a la democracia liberal y progresista, que al proponerse disminuir las injusticias sociales trabaja contra la revolución comunista, mientras los reaccionarios trabajan a favor de ella con su incomprensión de las ideas y de los tiempos".
Terminado el debate, De la Torre presentó su renuncia al Senado y se retiró a su casa de la calle Esmeralda 22, de la que sólo salía para brindar alguna conferencia o participar en homenajes a viejos amigos de ideas como Aníbal Ponce. En 1938, sus amigos le prepararon un cumpleaños sorpresa. De la Torre cumplía 70 años y se lo notaba muy apesadumbrado. Hacía pocos días había fallecido su madre y comenzaba a rondar por sus ideas el fantasma de Alem. Lentamente, comenzó a despedirse de sus allegados y de sus cosas más queridas hasta que, al mediodía del 5 de enero de 1939, puso fin a su vida disparándose un balazo al corazón.
Junto a su cadáver se encontró una carta dirigida a sus amigos: "Les ruego que se hagan cargo de la cremación de mi cadáver. Deseo que no haya acompañamiento público ni ceremonia laica ni religiosa alguna. Mucha gente buena me respeta y me quiere y sentirá mi muerte. Eso me basta como recompensa. No debe darse una importancia excesiva al desenlace final de una vida. Si ustedes no lo desaprueban, desearía que mis cenizas fueran arrojadas al viento. Me parece una forma excelente de volver a la nada, confundiéndose con todo lo que muere en el Universo. Me autoriza a darles este encargo el afecto invariable que nos ha unido. Adiós”.

Una de mis canciones predilectas: "Lucía" (de y por Joan Manoel Serrat - Video y Letra)



Hoy tengo ganas de dejar un poco de música. La idea es que sea esa música que me acompaña desde siempre. No por nostalgia. O no sólo por nostalgia.
Es esa música que por su calidad, calidez, vigencia y poesía... y por las propias vivencias personales nuestras, nos acompañó durante años y lo seguirá haciendo por siempre.

Uno de esos cantantes es, sin duda alguna, Joan Manoel Serrat... Y de entre todas sus extraordinarias canciones, para mí siempre ocupará un lugar principalísimo "Lucía".
No por haber conocido a alguna Lucía que dejara huella en mí... Pero sí por todo lo que dije antes sobre la música que siempre está presente en mi vida y porque no era Lucía... pero sí alguien que dejó la misma huella y de la que hablaré en algún otro momento.

Ahora escuchemos al Nano...!!!



Lucía

Vuela esta canción para ti, Lucia
la més bella historia de amor
que tuve y tendré
es una carta de amor que se lleva el viento
pintada en mi voz
a ninguna parte
a ningun buzón.

No hay nada mas bello que lo que nunca he tenido,
nada mas amado que lo que perdí
perdóname si hoy busco en la arena
una luna llena que arañaba el mar.

Si alguna vez fui un ave de paso
lo olvidé pa' anidar en tus brazos.
Si alguna vez fui bello y fui bueno
fue enredado en tu cuello y tus senos.
Si alguna vez fui sabio en amores
lo aprendi de tus labios cantores.
Si alguna vez amé, si algun dia despues de amar amé
fue por tu amor, Lucia, Lucia.

Tus recuerdos son cada dia mas dulces
el olvido sólo se llevó la mitad
y tu sombra aún se acuesta en mi cama con la oscuridad
entre la almohada y mi soledad.

(Grabado en vivo en el estadio Luna Park, de Buenos Aires)

Las páginas web de Castelar y del Club Argentino de Castelar. Para el que quiera conocer algo más...

Hay muchas fotos de las que ya había subido al blog que se perdieron. Las tenía alojadas en dos servidores que fueron dados de baja y adiós las fotos.
Trataré de ir reponiendo las que desaparecieron y agregando nuevas...
Dando vueltas por internet y sin saber bien la razón, puse "Castelar" en Google y encontré la página de la ciudad: Castelar Digital

Está bien hecha, con bastante información y con varias fotos y wallpapers.
Tomé sólo 3 de esas fotos, que son de los lugares que frecuenté más durante mis años castelarenses. Hay muchas del lado sur de la ciudad, pero prácticamente no iba nunca para aquella zona. La vía del Sarmiento era una barrera importante, especialmente de más chico...

A causa de una de las fotos que encontré, seguí mi búsqueda en Google. La foto era del frente del Club Argentino de Castelar (no es que esté TAN reiterativo, es que ese es el nombre completo...) y haciendo clic en el nombre, podrán entrar a su página y conocerlo.
Lo busqué porque quería acordarme de la calle sobre la que estaba, y no había caso...
Finalmente, en la página me quité la incertidumbre: Montes de Oca 2242 es la dirección exacta. A no más de 3 cuadras de la estación del tren.
Y ya que estaba, miré la lista de los directivos actuales del club, para ver si me encontraba con alguien conocido. El único nombre que reconocí fue el de Víctor Bursztyn, Revisor de cuentas suplente.
Jugábamos juntos en un momento dado, pero luego cada uno tomò por su lado. Incluso creo que hubo alguna escaramuza boxística... o algo similar... ja

Ya contaré algo más sobre ese club. Algo ya dije aquí, pero un poco de pasada... Y alguna otra cosa en éste otro post... donde dejé una foto del frente que yo mismo tomé hace unos 5 o 6 años atrás, pero desde un ángulo opuesto al de la foto que ven aquí.


Ya que estamos, agrego aquella foto mía... Lo que a simple vista se nota es que hubo un cambio de color en los frisos de la fachada.


La foto siguiente es una vista de la calle que actualmente se llama Crisólogo Larralde y que, cuando vivíamos nosotros se llamaba Rauch. Es la que corre paralela a Sarmiento. Justo detrás de nuestra casa.


Y finalmente, me guardé también esta foto, que es una vista de la esquina de Sarmiento y Carlos Casares.
No reconozco nada de ella porque evidentemente hubo cambios, pero siempre fue importante para mí, porque prácticamente ese fue el límite mío hacia el Oeste. Por Casares dobla (o doblaba) el colectivo 69 (luego 269) para ir a la estación... y para ir a la escuela también tomábamos por allí... etc, etc.


En estos días volveré a colocar otras fotos de Castelar y las que se perdieron de mi familia más otras nuevas...

24 / 1 /1953: Y yo que siempre pensé que era un día especial...

Vuelvo atrás otra vez. Atrás respecto a lo que ya había contado aquí antes, hace bastante...

Es que me encontré hace un par de días con algo que ahora suele hacerse. Supuestamente los diarios del día en que cada uno de nosotros nació, para enterarnos de qué iba el mundo mientras intentábamos asomar nuestras narices por primera vez a esta carrera interminable hacia no sé dónde, que es la vida nuestra...

Pero, según parece, el 24 de enero de 1953 no pasó nada demasiado interesante. Es más, parece como que casi no hubiera existido. Salvo para mí y mi familia... Por eso, como para contextualizar un poco, busqué cositas del año 1953. Algo encontré, aunque tampoco fue demasiado...

Lo único que sé de fuentes fidedignas (mi vieja...) es que ese día cayó en sábado y que hacía un calor horroroso, como supo hacer durante todos los veranos de hace algunas décadas. Pero menos mal que no existía la dichosa "sensación térmica" y que la radio y la TV no tenían la cuestión meteorológica como casi única forma de rellenar espacios...

Casi todo el material que pude encontrar se refiere a hechos sucedidos en EEUU...
Pero empecemos por una revista que podemos decir que hizo historia. Al menos en la Argentina. Yo confieso que no la leí casi nunca, aunque siguió editándose durante muchos años.
No sé, en aquellos tiempos no me llamaban la atención éste tipo de revistas... Pero admito que era muy buena...
El Tony, de ella estoy hablando. Esta imágen corresponde a la tapa del anuario 1953.
Costaba $ 7 (Vaya uno a saber cual sería el valor a pesos de hoy...)


Respecto a lo que sucedía en el "centro del mundo", (en el "primer mundo" se diría hoy) encontré un trailer del estreno de "Niágara", la película que le dió el impulso definitivo a Marilyn Monroe en el cine...



Ese año en que aparecí por estos pagos, se estrenó otra película muy conocida: "De aquí a la eternidad", que se repitió varias veces en la TV de los 60's...


Según un comentario que encontré en no sé qué página, la película trata de "las experiencias de los soldados y oficiales de la base militar de Pearl Harbor, de sus mujeres, de sus anhelos, de sus miedos e ilusiones, mientras permanecían ajenos a los horribles acontecimientos que les esperaban.
Con Frank Sinatra, Donna Reed y Montgomery Clift, entre otros."
O sea, un típico producto hollywoodense, donde ellos eran los buenos más buenos, y los "otros" (en éste caso, los japoneses...) eran los malos más malos de todos...



Entre el 24 y el 26 de enero de ese año, se hizo la presentación de un nuevo modelo de Chevrolet. EEUU estaba en plena época del derroche sin sentido. Algo así como hoy, pero alguito más exacerbado...
El nombre del auto era tan ampuloso como aconsejaba el "American Way Of Life". Se llamó "Chevrolet Corvette Roadster Mecum Kissimmee High Performance Auction" ("Qué lo parió...", diría Mendieta, el fiel amigo de Inodoro Pereyra)



Pero unos días antes, el domingo 18 de enero, hubo un hecho deportivo muy importante en la Argentina. Se inauguraba en Buenos Aires el campeonato mundial de F1 y era el regreso del múltiple campeón, Juan Manuel Fangio, después de seis meses de recuperación tras un grave accidente que protagonizó el año anterior en Austria, si no me equivoco...




La expectativa fue tan enorme, que el circuito de Buenos Aires se vió totalmente colmado de gente, tanta que inclusive el público estaba parado a orillas de la pista... Y pasó lo que debía pasar. El último campeón de la F1, el italiano Farina, tuvo un despiste al intentar esquivar a uno de estos fanáticos y se fue contra el gentío. Se dijo que los muertos eran 9, pero otros aseguran que fueron más de 30 los que fallecieron ese día...

Dos días más tarde (y cuatro días antes de mí...) asumió la presidencia de EEUU, Dwight Eisenhower...



Y bueno, para terminar por ahora... Un dibujo animado que más tarde vería en el cine y, bastante más adelante aún, en la TV de casa (la primera que tuvimos era un aparato Diamond enorme, a válvulas... y los viejos lo compraron en el año 1962). Se trata de uno de los personajes de Disney que por esa época me gustaban más. Aquí lo conocimos como Dipy... aunque mutó varias veces de nombre, según la época y el país. Aquí, en el video, aparece como Goofy y está en Technicolor...



Para finalizar, dos cositas que son más algo "decorativo" para el post, que significativos...

Un billete de la lotería de España que lo que tiene de mayor interés para mí es que se sorteaba, precisamente, el sábado 24 de enero de 1953.
Ni idea de cuál fue el número que salió favorecido, finalmente...


Y unas páginas de "Mecánica Popular" aconsejando algunos artículos para el hogar...





En fin, si encuentro algo más interesante en otro momento, lo agregaré...
De todas maneras, lo de insertar hechos que concuerdan cronológicamente con algunas de mis historias, es la idea que tuve desde un comienzo. Después, por diferentes razones que ni yo mismo sé... no lo hice. Veré si a partir de ahora, cumplo con lo que había pensado...

Aún danza tu voz...


"¿Quién fue el raro bicho que te ha dicho, che pebete...

Tengo un recuerdo, tierno azote:
tu fresca risa en el andén
y aquella ingenua intrepidez
de andar la vida sin reproches.

...que pasó el tiempo del firulete...?", milongueabas feliz a lo Julio Sosa...

Un canto opaco y monocorde
(como un adiós)
nos trajo el tren,
con su ilusión de enmudecer
tu voz de risas y derroche.

Vías arriba
te fue llevando hacia la ausencia,
que no es olvido ni silencio.

El espanto y la desmemoria
no se llevaron tu sonrisa
ni aquella mirada cantora.

"¿Quién fue el raro bicho que te ha dicho, che pebete...

...danza tu voz junto a la brisa
que te contiene, protectora...
Ave y pañuelo que eterniza.

... que pasó el tiempo del firulete...?"

marcelo boetto

8 de marzo de 2004


En memoria de Víctor Bruschtein Bonaparte, amigo y compañero de estudios en el Colegio Nacional de Morón (Pcia. de Buenos Aires), hoy Colegio Manuel Dorrego.



Víctor junto a su primera sobrina y una compañera
Victor Bruschtein Bonaparte
Desaparecido el 19 de Mayo de 1977 junto a su compañera Jacinta Levi Tenía 24 años
Fueron secuestrados en su casa

El primer disco que compré. Nancy Sinatra en "These boots are made for walking" y "Summer wine" (1966)



Algo que siempre es importante para cada uno de nosotros, y que nos acompaña toda la vida es, sin dudas, la música...

Un ejercicio que me parece interesante es poder ir viendo cómo fueron evolucionando (o involucionando) nuestros gustos musicales.

Para empezar, quiero compartir con ustedes el que fue el primer disco que compré en mi vida, con mi propio dinero...
No sé si fue tanto por las canciones en sí mismas, o porque me había enamorado de ella, Nancy Sinatra.
Era el año 1966 y yo tenía 13 años... En los comienzos de ese año, Nancy Sinatra sacó éste disco y estuvo primero en los rankings mundiales durante un mes, aproximadamente.
No sé si salió un long play. Yo compré un simple porque no me daban para más mis ahorros y, de todos modos, en el simple tenía la foto de ella...!!!

El simple traís dos canciones:

En el lado A estaba These boots are made for walking (Estas botas fueron hechas para caminar)

En el lado B: Summer wine (Vino de verano). Aquí cantaba junto a Lee Hazlewood...

Les dejo los dos videos y algunas fotos de ella. La que está arriba es la tapa del disco que salió aquí...

These boots are made for walking




Summer wine











Septiembre del '55

Estos son los recuerdos intocados de un niño de siete años. Preferí dejarlos así, tal como quedaron grabados en mí. Evidentemente, existen imprecisiones cronológicas. Pero no tiene ninguna importancia. Para las certezas están los historiadores. Al menos eso creo.

A media mañana, nos formaron en el patio. Nos pidieron que no nos entretuviéramos en el camino, y nos hicieron salir en orden.
La escuela quedaba exactamente detrás de mi casa, pero en la otra manzana. Así que tenía que caminar más o menos trescientos metros antes de llegar. Las veredas eran de ladrillo y la mayoría de las calles, de barro. Era un barrio humilde; el límite de las aguas, donde se mezclaban desordenadamente gente de la clase media pobre, con pobres sin más.
Saliendo a la vereda, a la izquierda, se subía hacia la estación de trenes, y hacia las casas más elegantes. A la derecha se bajaba hasta el limite con los grandes descampados, donde se desparramaban los caseríos pobres de verdad. El mas notorio de ellos, el "Barrio del Gaucho".
Algo grave sucedía. Se notaba en la tensión de las maestras, sus movimientos agitados, sus ganas de irse rápido. La excitación pronto se extendió entre los alumnos, y todos salimos corriendo cada uno hacia su casa. Cuando estaba a mitad de camino, un rugido impresionante me hizo levantar la vista. El cielo, ya de por sí gris en aquella mañana de septiembre, se volvió sombrío...
En perfecta formación, lenta, pesadamente, escuadrillas enteras de Lancasters, y Avro Lincoln, volaban como monstruosas aves .El ruido era ensordecedor. Los aviones eran negros.
Eran los mismos, exactamente, que solo diez años antes habían descargado miles y miles de toneladas de bombas sobre Alemania. Ahora iban en perfecto orden a descargar unas cuantas en Plaza de Mayo, para echar a Perón. Y de paso masacrar algunos obreros y estudiantes, que armados de palos habían ido a defender a su líder.
Cuando llegue a casa, con entusiasmo quería contar el extraordinario espectáculo que acababa de ver. Encontré a mi madre, a la que ahora recuerdo delgada y muy joven, acurrucada contra el mueble sobre el que estaba la radio. Oía las noticias, que venían del otro lado del río, desde Uruguay. Radio Colonia había tomado partido decididamente por los golpistas.
El pánico le hacia estrujar un pañuelito.
Mi padre trabajaba en un ministerio que estaba justo frente a la Plaza de Mayo. Se decía que estaban bombardeando.
En aquellas épocas, la gente como nosotros ni soñaba con el teléfono, el auto o ese tipo de cosas que hoy son tan comunes. Por lo tanto el grado de incomunicación era muy grande. No existía siquiera, al menos para nosotros, la televisión. Lo máximo que podíamos esperar era escuchar algo en la radio.
Las horas pasaron. Las lágrimas de mi vieja siguieron rodando suavemente. Lloraba en silencio. Ya era tarde cuando lo vi aparecer a mi viejo, que venia muy serio por el pasillo que conducía a la casa, que estaba muy al fondo del gigantesco terreno. Ella corrió a recibirlo y se abrazaron con angustia y alegría.
Una de las cosas más importantes del siglo veinte, al menos para Argentina, había sucedido en esas horas. Perón había sido derrocado, por un grupo de militares sostenidos por el imperio, y que respondían también a los intereses de los oligarcas autóctonos.
Era la "Revolución Libertadora ".La libertadora, a secas, como se la llamaría mas tarde.
Los únicos que se sintieron liberados fueron vastos sectores de la clase media que ya no soportaban el populismo peronista. Y los poderosos, que iban a tener toda la libertad, justamente, de imponer un nuevo modelo económico al país, que era lo que ya estaba avanzando inexorablemente en el mundo.
Cuando el "Plan Marshall" estuvo instalado y funcionando en Europa, el monstruo dirigió su mirada hacia nosotros, entre otros. Perón ya no les servia, y su política populista, apoyada en una clase obrera altamente organizada, sindicalizada, combativa y con demasiados beneficios sociales, desde el punto de vista del imperio, era una verdadera molestia. Así que había que terminar con aquello. La campaña comenzó en los primeros momentos de la década del cincuenta. Ya para mil novecientos cincuenta y cinco, las cosas estaban bien maduras.
Hubo un ensayo general golpista en junio. Y la obra se consumo en septiembre.
Mientras Perón se exilaba, los trabajadores sintieron que un mundo acababa de morir. Aunque lucharían denodadamente durante décadas para volver a ese paraíso perdido, ya nunca más seria posible. Y allí comenzó el mito.
Mis padres, después del susto, mostraban su alegría. Que era la alegría de una clase media que se sentía muy por encima de los trabajadores, peronistas casi todos ellos, y "cabecitas negras”.
Una muchacha venia ciertos días a la semana a ayudar a mi vieja en las tareas de la casa. Aquella mañana, luego de la huida de Perón, estaba en el patio trasero. Sentada sobre un banquito, lloraba.
Mi madre se reía de ella. Mi reacción no se hizo esperar. Estrenando mi carácter, yo no se por qué impulso superior a mi entendimiento, por intuición, no lo sé, me puse del lado de la sirvientita. Y me enfrente a mi madre. La increpé duramente por reírse de su dolor. Le dije que no entendía nada de lo que a ella le pasaba. Mi madre conmovida fue a intentar consolarla, con sus argumentos de que ahora todo iba a ser mejor, y que íbamos a ser libres....la contestación que recibió fue precisa y contundente:"_hay, señora, es que usted no sabe, usted no puede saber. Que va a ser de nosotros ahora......."
Al otro día, a pesar de que continuaba la conmoción, mi madre me mandó igual a la escuela. Los demás niños no iban, sus padres eran casi todos peronistas. Me colocó una inmensa escarapela en la solapa del guardapolvo, y me despidió. Cuando entre en la escuela, fue el revuelo general. Las maestras venían a besarme y abrazarme. Al grito de "Haaaay, mírenlo qué diviiino!".
Así es como me estrené de gorila, sin saberlo. Me duraría unos cuántos años. Aunque curiosamente nunca dejé de solidarizarme con los pobres, que eran peronistas. En fin, contradicciones que se iban a empezar a resolver en mi adolescencia.
Pero todavía faltaba mucho para ello.
Por la tarde de ese mismo día, mis padres se emperifollaron para salir al centro, y partimos. Antes de salir de casa, mi vieja arrancó un ramo de flores del árbol que estaba justo junto a la puerta de entrada. Alelíes, creo que llaman a esa flor. Con una sonrisa brillante dijo que era para regalarle a los "soldaditos" que habían tenido tan heroica jornada el día anterior.
Llegamos a la Plaza de Mayo. Una masa inmensa de gente. Yo no veía nada. Por los altavoces daban vivas a los maravillosos marinos que nos habían devuelto la libertad. Y también a aquellos buenos uruguayos que tanto habían colaborado para el derrocamiento del dictador.
Perón ya era un innombrable. De allí en mas se lo llamaría "el tirano depuesto".
Un hombre me levantó en vilo y me puso sobre sus hombros. Me dijo "mirá, pibe, de esto no te vas a olvidar nunca en tu vida...".Efectivamente.
Ya nunca más olvidaría ese espectáculo. La plaza cubierta de gente. Las banderas argentinas y uruguayas. Y las ventanas de la casa de gobierno apuntaladas con enormes vigas por peligro de derrumbe, gracias a las bombas libertadoras.
Luego caminamos toda la tarde por la ciudad. La gente festejaba cada cual a su manera.
Los estudiantes comunistas parodiaban una frase de Perón que había dicho que las fuerzas leales estaban barriendo Córdoba, reduciendo a los golpistas. Entonces, chicas que para mí eran señoritas, se paseaban por la avenida del mismo nombre meneándose con gracia, cada una con una escoba en las manos, barriendo la calle.
Mi mamá entregó las flores preciosamente guardadas para ese momento, a un soldado que tenia un brazo vendado y que sentado sobre un tanque de guerra respondía sonriente a las aclamaciones de las mujeres.
Sobre la avenida Corrientes , en la esquina con San Martín, una casa presentaba un boquete de proporciones. Las cenizas cubrían el empedrado. Tapaban las vías del tranvía.




Y en la esquina un Jeep completamente incendiado.
Se decía que había sido una granada.
Y que allí arriba ,en esa esquina, habían resistido los de la "Alianza Libertadora Nacionalista",unos fascistas dirigidos por un tal Patricio Kelly, que luego, muchos años después, seria conocido por presentarse en televisión con criticas antiimperialistas y otras incongruencias por el estilo.

Ya grande, es decir, con veinte años al menos, vi en una revista de historia, una foto de aquella esquina, del Jeep, de la casa bombardeada por los tanques.
La anécdota histórica es que los fachos fueron rodeados por efectivos de la infantería de marina y conminados a entregarse. Pidieron negociar con algún oficial. Cuando dos marinos subieron hasta donde ellos se encontraban, fueron ametrallados y arrojados por la ventana. Entonces el oficial al mando hizo colocar un tanque justo enfrente, y los bombardeo concienzudamente. Kelly se salvó huyendo por los techos.
Cuando vi esas fotos, y tuve conciencia de haber estado parado junto a ese vehículo destruído, y de haberlo tocado, sentí que estaba dentro de la historia.
La dolorosa y vivificante historia de la segunda mitad del siglo.
Por la noche, cansados pero contentos, fuímos a Constitución a tomar el tren hacia Burzaco. Corrían rumores de contragolpe. Un poco asustados mis padres me subieron al tren.
Al llegar a Avellaneda, el tren se quedó detenido más de la cuenta. Por las ventanillas se veía, en la plaza frente a la estación, tanques de guerra detenidos.
Se apagaron las luces. Un guarda, agachado, pasó diciendo que los peronistas estaban ametrallando los trenes. Que había que tirarse cuerpo a tierra.
El vestido blanco de mi vieja corría grave peligro. Pero igual nos acurrucamos lo más cerca del suelo que pudimos.
Pasaron los minutos, y nada sucedía. Luego el tren arrancó y todos los pasajeros seguían en la misma situación. Hasta que de pronto la carcajada general estalló. Estábamos haciendo el ridículo. Mejor dicho, estaban, los adultos. Yo solo era un niño.
Era verdad. No había ametrallamientos.
Pero sí había una clase media que en el término de un día podía pasar varias veces de la euforia triunfalista al pánico profundo. Y además sin entender, realmente, qué era lo que se estaba jugando. Ridículo, esa era la palabra.

Héctor Boetto

Nota: Si bien el blog es mío, aquí se trata de reflejar una historia de vida de toda una familia, por eso hoy les dejo éste relato que hizo mi hermano Héctor de aquellos tiempos en que yo sólo tenía 2 años y no recuerdo nada...
En cierta forma, contar nuestra historia es, mínimamente, contar un poquito de la historia de buena parte de la sociedad argentina durante estos últimos años...

Te recuerdo, vieja... con perfume de óleo y tinta en tus dedos...



Aunque así parezca, no me olvidé.
Es una de esas fechas que creo nadie olvida.
Es más, creo que fue ese recuerdo que me hizo volver al blog, que lo tuve abandonado durante varios meses.
Me refiero al 21 de abril. Ese día, de 2005, murió mamá...

Mis propios problemas y pequeñeces hicieron que durante un par de años, mi relación con vos, vieja, no fuera la mejor. En realidad creo que ninguno de los dos tuvo culpa alguna, aunque esto lo tuve que ir asimilando poco a poco... Pero lo concreto y lo mejor de todo es que nada de lo que haya sucedido en ese período pudo dañar el recuerdo tuyo...

Todos los días, por una u otra razón, vuelven a mi memoria algo de lo que vivimos: alguna frase, algún consejo, algún hecho puntual...
Dicen que el amor de madre es el único incondicional y para toda la vida. Es muy probable...
Pero creo que, cuando lo que se aprendió y construyó en la familia es lo que hace que los afectos duren mucho más allá de lo físico. Eso es lo que vos y papá consiguieron. Siguen viviendo en nosotros, en Héctor y en mí...

Suelo tener la imagen recurrente del garaje de la casa de Castelar, antes de que pudieran comprarse su primer "autito", aquel Fiat 600 color beige... Lo usabas de taller de pintura. Colmado de tarros de hojalata de todas formas y tamaños, para todos los posibles usos en la cocina de muchas casas. De tus manos aparecían y se transformaban los colores de tus óleos en multitudes de flores que daban vida a paneras, latas para galletitas, para yerba, azúcar o lo que fuere...
También lo que más te gustaba, que era pintar cuadros... generalmente de naturaleza o de animales. Tengo el olor al óleo tan presente como cuando era un chico que apenas llegaba al borde de la mesa donde trabajabas incontables horas al día.
Y después, cuando comenzaste a ejercer la docencia porque en casa hacía falta otro ingreso. Coexistían las latas y las pinturas con los cuadernos de tus alumnos, corrigiendo las tareas hasta no sé qué horas de la noche. Muy tarde, seguramente... Nunca te veía terminar ese trabajo porque yo hacía mucho que estaba durmiendo...

Y a pesar de eso y mucho más, siempre podía contar con tu atención y tu cariño...

Ya lo dije antes, el Día del Padre del año pasado: "Hoy es uno de esos días, vieja... un poco difíciles; un poco tiernos"

Pero de estos momentos y recuerdos, siempre se sale más fuerte, más seguro, más humano...
Es tu recuerdo que aparece siempre, y que volverá cada vez que lo necesite, cada vez que ellos quieran decirme algo. Cada vez que vos quieras decirme algo...

Un beso enorme, vieja...
Y hasta siempre...

Marcelo